Latinoamérica genera cerca del 7% del total de la electricidad mundial y las fuentes no tradicionales representan sólo el 6% del mix energético.
Se espera que para el 2050 más del 20% de la electricidad generada en la región provenga de energías renovables no hidráulicas.
¿Puede ser importante el aporte de la energía solar fotovoltaica?
Esta tecnología presenta gran potencial en la región, pero en la mayoría de los países sigue marginada a un segundo plano en las decisiones energéticas y lo que se hace al respecto va dirigido muchas veces a «la tribuna» y muy poco se concreta.
Comparada con el resto del mundo, la tasa de implementación de energía solar fotovoltaica en América Latina es muy baja.
Anualmente se espera la instalación de unos 100 GW de energía solar fotovoltaica a nivel mundial y habitualmente sólo el 1% corresponde a esta región.
Sin embargo, el hecho de no haber sido una de las regiones donde se inició el desarrollo de esta tecnología le permitiría aprender de los errores cometidos en otras regiones o países.
Hay que distinguir entre desarrollo industrial solar (fabricación de módulos y otros componentes) y producción de energía solar (electricidad solar).
El desarrollo industrial solar en la región lo tiene difícil con la abrupta caída en los precios de los módulos.
En cambio, la producción de electricidad solar se ve favorecida por esta caída en el precio de los módulos y hace más competitiva a la energía solar fotovoltaica.
El costo promedio de 1 W instalado de energía solar fotovoltaica se ha reducido radicalmente en los últimos años y la mayoría de las proyecciones indican que esta tendencia va a continuar. Los costos subyacentes asociados a la energía solar fotovoltaica también continuarán disminuyendo.
La capacidad instalada fotovoltaica de los países latinoamericanos siempre estuvo orientada a aplicaciones aisladas para atender necesidades de poblaciones rurales, sin acceso a la red eléctrica.
Recién a partir de 2014 los proyectos solares fotovoltaicos comenzaron a atraer capital.
América Latina tiene 51 plantas solares fotovoltaicas en operación y ha instalado 625 MW de energía fotovoltaica en 2014, frente a 133 MW en 2013. Se han anunciado 23 GW de proyectos, 5,2 GW en contratos, 1,1 GW en construcción y 722 MW en operación.
Desde la consultora GTM Research señalan que la potencia instalada en MW ha registrado un aumento del 370% en 2014 y se prevé que suba un 237% en 2015.
Esta cifra podría revisarse a la baja tras el derrumbe de precios que en los últimos meses ha sacudido a la industria petrolera y al sector de las materias primas.
Hoy en día, en los países latinoamericanos con buenos niveles de radiación y un mercado energético sin grandes subsidios, el modelo de la energía solar fotovoltaica es autosostenible.
En algunas ciudades de México, Brasil, Chile y Perú, el coste de la energía solar fotovoltaica se sitúa muy cerca de la paridad de red.
Ya cuentan con normativa nacional para conectar generadores fotovoltaicos bajo el sistema de medición neta: Costa Rica, Guatemala, México, Panamá, República Dominicana y Uruguay.
Los lugares más idóneos para localizar grandes plantas son los desiertos cerca de la costa del Pacífico y el nordeste de Brasil.
Durante los próximos 20 años se espera que la inversión en energía solar fotovoltaica llegue a unos U$S 100.000 millones anuales en todo el mundo.
Se estima una previsión de desarrollo de 3,5 GW para 2016 en América Latina.
¿ Es posible ?
Para saberlo vamos a hacer un análisis país por país, porque hay realidades muy distintas.