La energía solar térmica para aplicaciones domésticas es una tecnología madura que se ha desarrollado exitosamente en muchos países durante más de 30 años.
No se entiende muy bien el por qué de su escaso desarrollo en comparación con la energía solar fotovoltaica ya que casi duplica su rendimiento.
Es una tecnología relativamente simple que ya cuenta con pequeños y medianos fabricantes en países de la región como Argentina, Uruguay y Brasil. Sin embargo, no hay todavía una certificación a nivel regional como ocurre en Europa.
En el vecino país caribeño de Barbados el 80% – 90% de los hogares poseen equipos de energía solar térmica en sus techos. Este país se ubica en el top 5 mundial de capacidad instalada per cápita.
No hay datos fiables respecto de la capacidad instalada en Latinoamérica.
Los más recientes a nivel mundial datan de 2012 y estiman una capacidad instalada de 234 GWth. Brasil aparece entre los 7 primeros países con unos 4 GWth (2%).
El mercado regional latinoamericano se está desarrollando lentamente.
En paralelo, está surgiendo un incipiente marco regulatorio en materia de certificaciones que se basa principalmente en los marcos regulatorios de Europa y EEUU. La COPANT está trabajando en la unificación del marco regional de standards y certificaciones.
Una de las principales barreras para el desarrollo de la energía solar térmica son los importantes subsidios que algunos países de la región otorgan a las energías convencionales.
Profesionales y empresas del sector de la energía solar térmica de Latinoamérica y el Caribe se han reunido recientemente en San José, Costa Rica, para impulsar el desarrollo de esta tecnología en la región.
La convocatoria fue realizada por IRENA (International Renewable Energy Agency), OLADE (Organización Latinoamericana de Energía), ICE (Instituto Costarricense de Electricidad) y el Instituto Alemán de Metrología (PTB).
Según el Departamento de Innovación y Tecnología de IRENA, actualmente solamente se aprovecha el 3% del potencial solar térmico de la región.
La conclusión más importante a la que arribaron es que la región tiene un enorme potencial para el desarrollo de la energía solar térmica en los ámbitos residencial y comercial, pero la experiencia demuestra que para conseguirlo hay que fomentar la confianza en esta tecnología.
¿ Cómo se consigue esto ?
Las propuestas fueron:
1) Desarrollar mecanismos que aseguren la calidad de las instalaciones (standards e inspecciones)
2) Fomentar buenas prácticas entre profesionales y empresas del sector (test y certificaciones)
3) Implementar políticas de gobierno que impulsen el desarrollo genuino de esta tecnología
El análisis global de los programas de desarrollo de energía solar térmica estima una capacidad instalada mundial de 1.600 GWth en 2030 y unos 3.500 GWth en 2050.
¿ Será Latinoamérica un actor importante en este crecimiento de la capacidad instalada mundial ?
Para saberlo, en las próximas entregas analizaremos el sector solar térmico de cada uno de los países que componen la región.