Honduras es un país del que habitualmente surgen noticias acerca de masacres, múltiples formas de violencia, corrupción, inestabilidad e intrigas políticas y en el que dos terceras partes de sus 8 millones de habitantes vive en condiciones de pobreza mientras el 10% que recibe los sueldos más altos acaparando el 42% del ingreso nacional y el 10% más pobre solo recibe el 0,17%.
Sin embargo, hay un sector en el que Honduras destaca a nivel regional: las energías renovables y, en especial, la energía solar.
El gobierno hondureño introdujo incentivos fiscales para instalaciones fotovoltaicas en 2013.
También se aprobó entonces un suplemento tarifario para los primeros 300 MW fotovoltaicos que entraran en operación antes del 1 de agosto de 2015.
En 2015, Honduras y Chile fueron los mayores mercados fotovoltaicos en América Latina.
A finales de 2017 el total de inversión de capital privado para la construcción de plantas de energía superó los U$D 1.600 millones.
La inversión se ha repartido en 12 plantas solares que se encuentran ya operativas y que suman unos 405 MW; el 39 % de la capacidad renovable del sector privado del país, que asciende a 1.047,07 MW.
En el cómputo general, el 61 % de la energía del país proviene de renovables, y en 2017 se convirtió en el primer país del mundo con un 10 % de energía solar en su mix eléctrico.
El proyecto más emblemático es el Parque Solar Nacaome-Valle, que genera la energía que consumen unas 150,000 familias hondureñas cada día.
Cuenta con 480.480 módulos con capacidad de producir hasta 125 MW de potencia pico en corriente alterna (CA).
Fueron necesarios más de 1.000 contenedores de material, U$D 240 millones en inversión y la ayuda de más de 1.200 empleados que cambiaban turnos sin parar, para construir y comenzar a operar la planta en menos de 2 años.
Los módulos fotovoltaicos reciben la radiación para generar entre 600 y 850 V, en forma de CC. Con el uso de inversores, esta energía se convierte en AC, la cual pasa a través de los transformadores para elevar su Voltaje a 34,5 kV y distribuirse así alrededor del parque.
Finalmente, esta corriente se transmite hacia la subestación eléctrica de la planta, donde el voltaje se eleva a 230 kV para poder transmitirse a todo el país por medio de la Red Eléctrica Centroamericana, que llega de El Salvador, pasa por Honduras y va hacia Nicaragua.
La planta solar de Nacaome ha sido un motor de desarrollo económico, científico y académico para el pueblo de Honduras y una obra monumental de ingeniería que ha puesto a la nación centroamericana en el mapa internacional de la industria energética sostenible.
La construcción del parque solar Los Prados, que tendría 53 MW y debería haber entrado en operación a finales de 2016, está detenida por las protestas de habitantes de la zona que teme posibles daños a sus personas ocasionadas por el parque.
Actualmente se busca una solución entre las autoridades y los pobladores, ya que todo está listo para la ejecución de la obra, pero las noticias no son alentadoras.
Todo lo que necesitas es Sol. Todo lo que necesitas es Sopelia.