Aunque lenta, la recuperación económica y social de Haití parece haberse iniciado y dar un impulso fuerte a las fuentes de energía renovables, en particular a la fotovoltaica, ha sido una decisión acertada.
La primera señal importante ha llegado a través de una organización humanitaria, cuya misión es modernizar la sanidad en el mundo, que ha inaugurado junto al Ministerio de Salud Haitiano, el hospital más grande del mundo que funciona a energía solar.
Las instalaciones reciben el aporte de 1.800 módulos fotovoltaicos instalados en el tejado que posibilitan la atención médica de más de 60.000 personas.
La segunda señal se llama Klere Ayiti o Light Up Haití.
Se trata de un proyecto conjunto entre una compañía de transferencia de dinero y Arc Finance en el que también colaboran la Agencia para el Desarrollo Internacional (USAID), y el Banco de Desarrollo Interamericano (IDB).
Es un servicio mediante el que las personas pueden comprar y mandar kits fotovoltaicos a sus familiares en la isla.
Cada kit solar incluye 2 o 3 luces LED, el cargador del módulo solar, y varios enchufes con los que también se pueden cargar los teléfonos celulares.
Las luces pueden ser usadas como linternas o colgadas del techo y los kits tienen un costo de U$D 140 y de U$D 180, respectivamente.
Los organizadores del proyecto escogieron el modelo del kit de entre 25 diferentes fabricantes que estudiaron durante un periodo de 2 años.
Es un producto que brinda a las familias la posibilidad de tener luz en la noche, algo que damos por sentado en el mundo desarrollado y que implica un progreso radical para estas personas.
La tercera señal se materializó en febrero de 2016 en la mítica plaza Champ de Mars de Puerto Príncipe, la capital de Haití, donde se encuentra el Palacio Presidencial.
La plaza dispone desde entonces de un sistema de almacenamiento energético de litio-ion alimentado por 110 kW de módulos solares para proporcionar luz y Wi-fi en esta área pública.
La cuarta señal se llama proyecto “Triumphe” y es la primera planta fotovoltaica de Haití.
El sistema cuenta con una capacidad instalada de 100 kW configurados para que el aporte coincida con la demanda diaria de 200 kWh.
El proyecto ‘Triumphe’ evaluará el potencial de aplicaciones similares de apoyo a las energías renovables en Haití.
Este proyecto se puso en marcha gracias a la financiación de la Oficina de Energía del Gobierno de Haití y del Banco Mundial y supone todo un símbolo en la generación de energía renovable.
Pero sobre todo representa los continuos esfuerzos de Haití para recuperarse del terremoto de 2010 que destruyó una gran franja de la capital y sus alrededores, y que afectó a unos 3 millones de personas.
Las instalaciones de energía renovable como Triumphe representan un medio sostenible para hacer frente a la pobreza persistente y la falta de servicios públicos básicos del país, incluyendo el acceso a la energía, al agua y el apoyo a las herramientas de desarrollo socioeconómicos, como el acceso inalámbrico a Internet.
Haití, con una población de 10.123.787 habitantes y una tasa de pobreza del 77%, está considerado uno de los países más pobres del planeta.
Todo lo que necesitas es Sol. Todo lo que necesitas es Sopelia.