Entre 2006 y 2013, Costa Rica atrajo más de U$D 1.700 millones para financiación de proyectos de energías renovables.
En 2013, la cifra récord de U$D 600 millones fue destinada a las energías renovables. Alrededor del 40% se asignaron a energías renovables no hidroeléctricas, especialmente a eólica.
El sistema eléctrico de Costa Rica fue 100% renovable a principios de 2015.
Esto ha sido posible por la lluvia y también por la fuerte apuesta por las energías renovables hecha en el país centroamericano.
Según el Instituto Costarricense de Electricidad, a lo largo de los primeros 75 días del año ha sido innecesario el uso de hidrocarburos para alimentar la red eléctrica del país.
Con los embalses (Arenal, Cachí, La Angostura y Pirrís) repletos y lo que se generó en geotérmica, eólica, solar y biomasa; las plantas térmicas quedaron como una alternativa de contingencia a la que no se tuvo que recurrir.
Costa Rica siempre ha tenido la matriz eléctrica más verde de Centroamérica con el 80% proveniente de hidroeléctricas y el 20% de renovables (eólica y geotérmica principalmente).
Una de las claves para este desarrollo ha sido integrarse en el Programa de Energías Renovables y Eficiencia Energética de Centroamérica (4E), implementado por la oficina para la cooperación internacional del gobierno de Alemania, junto a la Secretaría General del Sistema de Integración Centroamericana (SG-SICA), que trabaja para fomentar una matriz limpia en la región.
El problema es que depende demasiado del clima. Si no llueve lo suficiente, la escasez de agua crea un problema.
Costa Rica se propone que su matriz energética sea completamente limpia para 2021. De momento, alrededor de la mitad de las fuentes de energía primaria son renovables.
El país implementó 2 mecanismos para facilitar la penetración de las renovables.
El primero, un sistema específico de subastas por tecnología que permitió incrementar la contratación de capacidad adicional.
El segundo, un programa para fomentar la generación local por parte de los consumidores, quienes pueden vender exceso de energía a la red.
Sin embargo, no se ha avanzado mucho en generación solar.
La Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (ARESEP) propuso una banda de precios para las nuevas empresas que produzcan electricidad a gran escala con fuente solar fotovoltaica. Las mismas se debatieron en junio 2015.
Las tarifas aprobadas, aplicarán para todas las plantas con capacidades iguales o menores a 20 MW, de conformidad con lo que establece la Ley 7200, que regula la compraventa de electricidad entre el ICE y los generadores privados.
La intención es permitir que los oferentes privados obtengan ingresos suficientes para cubrir sus costos de operación, recuperar la inversión realizada, así como una rentabilidad razonable para el nivel de riesgo asociado con la generación de electricidad.
Para determinar la banda tarifaria se calcula el costo promedio de la inversión, el costo promedio de explotación, el factor de planta y la rentabilidad. Con estos datos se calcula la tarifa, con un límite superior y otro inferior. La mayor parte de la información utilizada proviene de un estudio realizado por la agencia de cooperación alemana GIZ.
Los valores de la banda se revisarán una vez al año, mediante el procedimiento de fijación ordinario, el cual dará inicio el primer día hábil del mes de febrero de cada año.
La generación a pequeña escala para autoconsumo está regulada por la Norma POASEN para niveles de generación iguales o inferiores a 1 MW.