En Bolivia se estima un crecimiento de aproximadamente 500 instalaciones de energía solar térmica al año en todo el país.
Este crecimiento evidentemente, es demasiado lento teniendo en cuenta el potencial solar de Bolivia.
La radiación es muy alta, por lo que se podrían aprovechar numerosas aplicaciones de energía solar térmica.
Sin embargo, el mercado nacional es incipiente y existen pocas empresas dedicadas a esta tecnología.
La zona más activa se ubica en la región central de Cochabamba donde hay unas 5 empresas que se dedican principalmente a instalaciones de equipos termosifón.
En Bolivia la energía está disponible solamente para una reducida parte de la población. Muy amplios sectores de áreas rurales no están conectados con las redes públicas.
Las redes de distribución de energía eléctrica y de gas no llegan a estas regiones alejadas porque la ampliación de esas redes no se reflejaría en ganancias para las empresas proveedoras.
El uso de energía solar térmica cuenta con un potencial enorme para dotar de agua caliente a comunidades situadas en la zona del altiplano; donde existen temperaturas muy bajas que repercuten negativamente en las actividades productivas y cotidianas de las personas de esa región.
Las condiciones climáticas en esta región son extremas debido a las heladas nocturnas. El agua proveniente de tuberías o pozos tiene una temperatura muy baja y por lo tanto tiene que ser calentada mediante energía eléctrica o gas para el aseo personal de la gente y para el lavado de diversos elementos y ropa.
Como Bolivia está situada cerca al ecuador, la radiación solar es muy alta y casi no presenta variaciones entre los periodos de invierno y verano. Por lo tanto se encuentran condiciones ideales para el uso de energía solar en el calentamiento de agua.
Por lo expuesto anteriormente, resulta evidente que la clave para superar esta situación es estimular el crecimiento del mercado para productos solares térmicos a través de medidas que incidan tanto en la oferta como en la demanda en los departamentos de La Paz, Oruro y Cochabamba.
Esto contribuiría a la disminución de la pobreza, la conservación del medio ambiente y la protección de recursos naturales.
Desde el punto de vista empresarial, fomentaría el establecimiento de empresas en el lugar.
La difusión de esta tecnología es actualmente limitada en Bolivia por:
– Deficiencias tecnológicas
– Falta de medios de certificación
– Estructuras poco eficientes en cuanto a servicio, venta y mantenimiento
– Desconfianza de parte de posibles usuarios
– Altos costos de producción y prestación de servicios originados en limitados volúmenes de producción y venta
– Escaso acceso a financiamiento
– Ausencia de incentivos (financiación, subvenciones o excepciones de impuestos) por parte del Estado.