Una de las cuestiones más importantes en temas de ahorro de energía y aprovechamiento de energía solar es sin duda su aplicación en la climatización de viviendas y lugares de trabajo.
Este sector representa aproximadamente el 40% del total de la energía consumida por el hombre. El ahorro que puede conseguirse aprovechando la energía solar para la calefacción es del orden del 60 al 80% según sea el diseño de la casa.
Los principios de la arquitectura bioclimática deberían aplicarse en todos los nuevos planes urbanísticos.
Cuando se habla de arquitectura solar pasiva, se habla del modelado, selección y uso de tecnología solar pasiva, que sea capaz de mantener el entorno de una vivienda a una temperatura confortable y agradable, a través del sol. Hay que destacar que este tipo de arquitectura es únicamente una pequeña parte del diseño de edificios energéticamente eficientes y es considerada como parte del diseño sostenible.
Existen tres tipos de ganancia solar:
1) La ganancia solar directa: se refiere a la utilización de ventanas, claraboyas y persianas para controlar la cantidad de radiación solar directa que llega al interior de una vivienda, en combinación con suelos de gran masa.
2) La ganancia solar indirecta: se consigue por medio de la piel del edificio, diseñada con determinada masa térmica. Un ejemplo de esta ganancia es también la cubierta ajardinada.
3) La ganancia solar aislada: es el proceso en el que lo principal es la captura pasiva del calor del sol, para después ser transportado dentro o fuera de la vivienda.
Hay consideraciones a tener en cuenta en la ejecución de este tipo de arquitectura, para que dé su mejor resultado:
* La orientación de la construcción
* Características de la construcción
* Uso del entorno
En las edificaciones existentes siempre se puede intervenir para mejorar el aislamiento térmico, abrir persianas al sol de invierno o añadir una galería acristalada en la fachada norte de la casa si nos localizamos en el hemisferio sur.
Para que la casa pueda calentarse con el sol en invierno se necesita una fachada norte despejada, sin muchos vecinos que tapen el sol del mediodía.
Los acristalamientos principales deben estar en esta fachada norte. Por ejemplo, si nos localizamos en la mitad sur de Argentina necesitamos de 1,4 a 2 m2 de vidrio al norte por cada 10 m2 de estancia que queramos calentar.
Es conveniente cerrar por la noche con cortinas o persianas los ventanales para que no se escape el calor captado.
Es bueno mejorar el aislamiento térmico en la medida de lo posible y tener masa térmica (material de construcción en muros, forjados) que acumulen el calor del día para la noche. Para el verano es necesario colocar aleros, toldos, parras, etc. que sombreen las ventanas.
Puedes acceder a más contenidos de este tipo en el Manual Técnico – Comercial de Energía Solar Térmica de Sopelia.