Ecuador se encuentra en una ubicación privilegiada en cuanto a recurso solar, siendo casi perpendicular la radiación que recibe, invariable durante el año y con un ángulo de incidencia constante; características que otorgan a la fotovoltaica enorme potencial de aprovechamiento.
El mercado solar ecuatoriano se ha desarrollado hasta hace poco sobre todo en instalaciones aisladas de la red para electrificación rural.
La primera planta fotovoltaica en conectarse a la red está ubicada en la norteña provincia de Imbabura, con una potencia de 998 kW.
Para impulsar la generación fotovoltaica, el Conelec reformó en 2012 la regulación 04/11 y fijó una tarifa preferencial de U$D 0,40 por kW/h de generación.
En el marco de esa normativa, en enero de 2013, el Conelec firmó los permisos para que empresas nacionales y extranjeras construyeran 355 MW de potencia fotovoltaica en 91 proyectos (15 mayores a 1 MW y 76 menores a 1 MW).
El otorgamiento de estos permisos recibió numerosas críticas de sectores que manifestaron que esa tarifa era demasiado alta en comparación con el costo de generación hidroeléctrica o la misma fotovoltaica en otros países de la región.
El Conelec revocó los permisos de construcción de varios proyectos porque las empresas concesionarias no cumplieron con los cronogramas de construcción al carecer de financiamiento. En algunos casos también porque se iniciaron las obras sin contar con estudios ni autorizaciones.
Representantes de algunas empresas constructoras de los proyectos manifestaron que los retrasos y las revocatorias de permisos se debieron a una serie de trabas burocráticas para la construcción, además de la falta de financiamiento.
En un inicio, la Corporación Financiera Nacional (CFN) anunció que financiaría este tipo de proyectos, promesa que no se concretó.
Las empresas que finalizaron sus proyectos manifestaron no haber tenido problemas con las entidades de control y solicitaron se les permitiera hacerse cargo de los proyectos inconclusos.
La cruda realidad es que a finales de 2013 operaban en Ecuador 4 MW fotovoltaicos.
Durante 2014 la nueva potencia fotovoltaica instalada fue de 22 MW, llevando la capacidad instalada a 26 MW a principios de 2015.
La potencia acumulada se estancó por debajo de los 30 MW ya que durante 2015 no se añadió prácticamente ningún MW fotovoltaico en el país.
Teniendo en cuenta que en enero de 2013 se cerraron acuerdos para proyectos fotovoltaicos por más de 300 MW, resulta evidente que el avance es mucho más lento que lo inicialmente previsto.
Ecuador no cuenta con un marco que regule y fomente la generación fotovoltaica distribuida.
De acuerdo al Balance Energético Nacional de 2015, la generación de electricidad corresponde en un 45,6% a energía hidráulica; 0,3% energía eólica; 0,1% energía solar y 1,6% aprovechamiento energético de biomasa.
Energía solar en Latinoamérica con Sopelia.